¿Cuáles son los principales logros del DT de la Selección Argentina de fútbol como conductor de equipo y por qué resultan relevantes? Los aprendizajes que deja la toma de decisiones en contextos que implican duros desafíos.

Lionel Scaloni ya ganó. El Mundial de Fútbol Qatar 2022 entra en la segunda parte de su mes de altas emociones, pero el DT de la Selección Argentina logró consolidarse como líder tras sobrellevar situaciones no solo demandantes sino, incluso, adversas.

Sin hacer un canto al exitismo podemos rescatar aprendizajes y valores de un líder que bien podrían aplicarse al management de empresas. Y darnos la posibilidad de sentirnos triunfadores si incorporamos algo de lo que nos está enseñando:

1. Conducción Humilde

Su estilo con nula pedantería se traduce en un dominio absoluto de los naturales egos que titilan en un equipo plagado de estrellas: todos brillan sin opacarse. Ofrece declaraciones medidas, tanto en el triunfo como en la derrota. Lo mismo ocurre con su cuerpo técnico, en cuyos integrantes sobresalen la seriedad y el profesionalismo.

2. Liderazgo multigeneracional

Como explico en mi libro «Domar el riesgo», en cualquier grupo humano, cruzar los aportes de los consagrados con las pujantes ideas de los recién llegados potencia al conjunto. Scaloni logró integrar a una generación de experimentados deportistas (Messi, Di María y Otamendi) en perfecta comunión con debutantes en la alta competencia global.

3. El equipo por sobre las personas

No tuvo dudas a la hora de resolver la formación ante cada partido con las piezas que mostraban mejor estado físico o juego más propicio para la ocasión. Apostar a las personas por sobre la trayectoria da oportunidades a los nuevos talentos y no excluye a los que revalidan pergaminos.

4. Valentía, carácter y resiliencia

La forma en que el plantel se sobrepuso a una derrota inesperada en el primer encuentro, contra Arabia Saudita, marcó de qué modo se deben enfrentar las adversidades. No fue fácil, como quedó claro tras el primer tiempo del siguiente partido (ante México), y eso solo ratificó el trabajo de superación que se hizo.

5. Planificar con eficacia en un escenario no previsto

Tener estrategias es útil, pero cuando sucede lo que no estaba en los cálculos, solo los buenos líderes muestran la suficiente cintura como para no dar manotazos de ahogado. Ser altamente profesionales a la hora de resolver tras un shock y conservar la calma son actitudes que suman.

6. Liderazgo cercano

Es uno de los valores que más le destacan sus dirigidos. El técnico ha logrado autoridad de la mejor: la construida en base a la confianza y cercanía con los jugadores.

7. Actitud

En esos instantes en los que uno se da cuenta de que no tiene todo el talento que una situación requiere, o que la suerte no está de su lado, la contracción al trabajo, el espíritu de sacrificio y la dedicación pueden suplir la falta.

8. Aprender de los errores

Equivocarse puede ser útil. Inspira, contagia garra, pone nuevos desafíos en el horizonte, estimula a ir por más. Encontrar lo bueno en un escenario adverso en lugar de lamentarse por los golpes recibidos nos prepara para seguir en carrera.

9. Cabeza fría para decisiones calientes

Tomar riesgos al filo de la cornisa, sin demora, evita los fallos que suceden por inacción. No perder las riendas de lo que está pasando nos permite depender de nosotros mismos.

10. Sentido de la oportunidad

Postergar los festejos no es apatía sino enfocarse en lo que hay que hacer ahora: arriesgarse, avanzar, resolver. Ya habrá tiempo de celebrar y dar espacio a las emociones. Antes hay que concentrarse en luchar para alcanzar el próximo objetivo.

Artículo publicado en el Cronista – 7/12/2022