El final del año siempre invita a reflexionar. Es un momento para mirar atrás, reconocer desafíos superados y valorar los logros alcanzados. En mi caso, no los percibo como metas fijas, sino como hitos en un proceso continuo de crecimiento. Este camino, a lo largo de 2024, me permitió algo maravilloso: llevar mi mensaje a miles de personas en distintos rincones del mundo.
Este año fue especial. Recorrí más de 55.000 kilómetros para brindar más de 30 presentaciones. Cada una no solo representó una oportunidad para hablar de marketing, sino también para escuchar y aprender de quienes estuvieron del otro lado. Cada interacción, pregunta o experiencia compartida se transformó en una fuente de inspiración que impulsó mi evolución personal y profesional.
Estos encuentros me enseñaron algo valioso: comunicar no significa solo compartir ideas, sino también recibirlas y dejarse transformar por ellas. Así fue mi 2024, un recorrido de ida y vuelta, lleno de aprendizajes que seguirán marcando mi camino.
Ahora, mientras cierro este capítulo, renuevo mis expectativas para lo que viene. Aspiro a llegar más lejos, conectar con nuevas personas y explorar escenarios diferentes. Este viaje apenas comienza, y estoy preparado para enfrentar los retos que traerá el 2025.
Nada de esto habría sido posible sin quienes confiaron en mí y me brindaron la oportunidad de expresarme y conectar con sus audiencias. A todos, gracias por permitirme ser parte de sus historias.